De tus dudas.

Vengo a decir lo de siempre:
Que nos quitamos la vida
Que fuimos el error imperdonable
Para después
Volver a lamernos la herida.

Vengo a decirte que espero
Que haya valido la pena
El dejarse la piel en los huesos del otro
Y grabar a fuego
Todos los besos que nos faltaron.

Y la vida
Se me fue de las manos, amor.
Para ir en busca de las tuyas.

Y vengo a confesarte que sé
Que cualquier camino que hubiese escogido me habría llevado hasta ti
Y que le jodan a Roma.

Que ojalá un manto de estrellas en tu piel
(Jugando a ser) fugaces en la mía
Que me arrope esta noche.
Ojalá al despedirte
La única esquina que hubieras doblado fuese aquella
De la página
De la más pequeña de las dudas infinitas.

Podríamos pedirte quinientos días juntas.

Podrías enredarte en veintiún metros de pelo.
Podría buscarte todo un reino;
Vivir en una Torre y nosotras,
Descuida,
Iríamos a salvarte.

Podrías volar con nosotras
Al país de Nunca Jamás,
Donde no crecer nunca
Si no es a tu lado.
Podrías ser nuestra estrella y guiarnos,
Todo recto hacia el amanecer.

Podríamos contarnos la vida una y otra vez;
Podríamos escribir un diario
Para no olvidarnos nunca.
Podrías pedirme ser cualquier cosa;
Y yo te pediría
Que fueras pájaro conmigo.

Podríamos jugar a que no estemos nunca solas,
Atravesar el bosque todas
Y aplastar todos nuestros monstruos
A base de risas.
Podríamos cruzar el puente juntas
Y que, ni siquiera la muerte, nos separe.

Podrías jugar a ser la Reina de Corazones
Porque tú tienes el nuestro,
Ser siempre demasiado pequeña
                   O demasiado grande.
Podrías perder la cabeza conmigo
En un mundo que la pierde
Si no estás tú.

Podríamos pedirte quinientos días juntas;
Pero puestas a pedir, pedimos una vida entera contigo.

Daría todo lo que sé
Por la mitad de tus lunares. 

Astronauta del espacio
Que separa tu casa de la mía,
De tanto soñarte despierta
He amanecido en las nubes
Cualquier rincón del Universo donde tu piel no arropa.

Tengo una duda
Y es que contigo
No conozco la diferencia entre el Infierno y el Paraíso
Porque tú estás por encima del bien y el mal
O entre ellos.

Tengo mil dudas y la única certeza
De que la poesía aún no te ha besado como nadie
Pero yo sí.
Que es ella la que no sabe que
Tú
Rimas conmigo.

Me he asomado al pozo sin fondo que tienes por pupilas
Y he sentido vértigo
Al cerrar los ojos y no verte;
Al abrirlos
Y que mis pies no toquen el suelo.

Que tengo dudas y más certezas
Pero ninguna me resuelve la cuenta;
Será que al dividirnos, seamos dos
Y que al sumarnos, formemos uno
Para ti es destino,
Y para mí es ironía.
La más bonita que he visto nunca.

Por eso
La suerte de encontrarte en una calle repleta de rostros con la mirada perdida
Sé que en el diccionario de la Lengua Española
Se considera
'hallar un puto tesoro'.

Y como sé que las dudas no van contigo
La brújula apunta
Al lugar exacto donde acaba mi espalda
Y empiezan tus alas.
Creyéndote Sur en todos mis puntos flacos
Mientras yo me pierdo
Buscando un Norte que no atraviese las fronteras de un 'nosotros'
Pero que plante bandera blanca en tu lado de la cama
Que tenemos varias treguas pendientes.

Y es que el día en que me declares la guerra, saldremos en las noticias anunciando 'el nuevo Big Bang';
Nos recibirán en el Infierno con los brazos abiertos.

Y supongo
Que éso
Será el Paraíso.

Nos prometimos tantas veces la Luna que, de no cumplirlo, a ella le partimos el corazón.

Y los perjudicados son ellos
Que no nos vieron al uno en el corazón del otro
Porque les ganamos una partida yendo a picas en escalera de color.

No nos vieron en la cresta de la ola
Celebrando que no nos íbamos a casar,
Ni quisieron ver crecer a nuestros hijos;
Los que nunca tuvimos.

Fueron ellos quienes no escucharon nuestro amor desde la habitación de al lado;
Cuatro paredes que saltaban por los aires, al unísono con un...

Se nos dio tan bien querernos
Que hasta nos podríamos haber dedicado a otra cosa.

Ellos
No nos supieron ciertos
Hasta no darse cuenta de que las mentiras
También existen.

Que la ilusión es un fantasma vestido de carnaval
Ya lo sabíamos antes de que llegara febrero.

Ellos no nos quisieron con la vida en banca rota
Pero nosotros sí.
No nos quisieron en Roma -ni al contrario-.
Ni en París,
Ni en Nueva York,
Ni en Marte...
Ni en un bar ahogando nuestras penas
Porque para ahogarnos en un vaso de agua medio lleno
Ya estábamos nosotros.

Pero
Los perjudicados
Son ellos.

Tú y yo nos prometimos la Luna

Y tantas veces mañana

Como si no hubiera hoy.

Pero ellos ya nos han olvidado.

Y no vieron

Que desde la curva donde nos matamos

Hoy

Sonrío.

A la primera vez.

Reconozco 

Que no he visto tantas veces amanecer como me gustaría. 

Pero me gustas tú y, con eso, 

Ya lo he visto todo.

Tengo la manía de inventar nombres

Que no se parezcan al tuyo.

No pienso nombrarte

Pero te llamo en todos las lenguas que existen

Y desde la tuya hasta la mía.

Soy la primera vez de cada persona

Que ha hecho algo por primera vez.

Y sabemos de sobra que el cosquilleo  en el estómago

De sucumbir a lo prohibido por primera vez

Saltarse las normas

Es subconsciente que sale a bailar, 

Como la muñeca de una caja de música 

Que no sonaba desde hace mucho.

Soy todos los deseos que no se piden;

El primer beso;

Y también el último.

Sonrío las veces que te haces el cuerdo

Al hablar de la primera vez; 

Como si pudieras recordar cuál de ellas fue;

Como si todas las veces no hubieran sido la primera.

Soy luz invisible 

Para todos los que me ven.

Hasta para ti.

Hablo con la voz de quien tiene por respuesta 

Lo que no se atrevió a tener por pregunta.

Y vuelve a gritar.

Hablo de todas aquellas palabras que no se dicen

Dentro de aquel libro

De aquella estantería, 

Que nadie leyó.

Hablo 

De la primera vez 

que alguien 

Me leyó por primera vez.

Y esta

Es mi primera vez.

Ella es de Marte.

A todos aquellos que no la conocen

-y todos aquellos que creéis conocerla-:

INGENUOS.

Disculpaos por mirarla desde arriba;

agradeced que os devuelva la mirada. 

Besad cada centímetro de suelo que rozan sus pies

y no oséis pedir su calor.

Que ella, que ha amado poco,

Lo poco que ha amado, intensa

y fuertemente.

Que a ella no la cambian las estaciones,

las estaciones se dejan llevar por sus aires.

Y en cualquier época del año

altera la sangre a cualquiera.

A ella no puedes hablarle de firmamentos,

los ha besado todos.

Ella, que viste las taras más perfectas

que hayáis visto jamás.

No la toméis por loca;

no tiene la culpa de perder vuestra cordura.

Ni de ser vuestro caos y os salve la vida.

A ella, queredla trastornada.

Inspiras; respiro.

Respira y ven,

Que tengo que contarte

Que hay un espectador en cada esquina enamorándose de ti.

Espectadores

De la mecha que enciendes cuando caminas,

Y los focos que se apagan

De la vergüenza

Porque no hay Sol que brille más que tú

-Ni estrella polar que guíe a cualquier rey

Al castillo de tu pecho-.

Espectadores

De cuando ríes, con la boca llena de besos,

                                       (O de las ganas de ellos).

De cualquier nota de voz que salga de ti

En formato caricia. Rozando, en soprano, todos los pelos de punta que provocas.

Espectadores 

De las ilusiones tras el velo negro de quien vive

Con medio corazón en la pista

Y el otro medio, en el cielo.

Baja el telón y ven,

Que tengo que explicarte por qué

Al acabar la obra, tú haces magia

Y las musas aplauden:

Te vi con mis propios ojos,

Te vi arder sobre las puntas de tus pies

Quemando, uno a uno, todos los amores rotos 

Girando sobre ti, hasta salirte de las tablas

Y entrar en cada rincón 

De todos los corazones que tocas.

Dejando brotar tras la estela de tu eco

El perfume de lo eterno.

Así que ven y confiésame el secreto 

Desvélame la magia en un minuto:

Bruja de los veintiún carnavales, 

¿Cuál es tu próximo truco?