sábado, 15 de junio de 2013

Bis Bald!

Hay días, que si no fuera por nuestro abatido silencio, me propondría memorizar cada centímetro de tu piel con mis dedos. Y tus ojos... Qué decir de tus ojos. Deben estar hechos de cafeína. Si no, no me explico esa adicción que me crean. 
Esta distancia inminente es buena...
Y cruel. 
Y mi necesidad de que alguien venga aquí y me explique cómo diablos voy a soñarte ahora, que puede que nunca vuelva a compartir una de esas miradas pícaras, que nos dedicábamos. 
Me será imposible olvidarte, si todas las noches la Luna me dedica sus brillantes sonrisas, como si fueras tú quien me sonríe desde el otro lado del infinito. 
Pero si algún día, por mera coincidencia, el rubor de mis mejllas volviera a teñirse por tu culpa, te prometo, te juro, que soy capaz de robarle a la noche oscura su Luna para no volver a dejarte escapar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario