martes, 28 de octubre de 2014

Ave Fénix

I
Dame alas para volar, que no hay nada que me ate a ti.

Vi una luz al final del túnel
Y no era el final,
Era el principio.
Quise tocarla, pero apenas la rozaba con los dedos, se desvanecía
                                                                                    De golpe, y volvía
                                                                                                       lentamente.
Despacio, como nace el amor.
Y sin frenos, como se quieren dos amantes.
Solo me dejaba mirarla y ver como ardía
Diciéndome "ven". 
De pronto se esfumaba, y así 
Tantas veces que acabé perdiendo la cuenta
-Y la cordura-.
Quise por un momento ser pájaro para posarme en su halo,
Y quemar calendarios sin moverme de su lado.
Quemar tiempo y sábanas
con un vaivén de sus labios.

II
Dame alas para volar, que yo me encargo de hacer camino.

Y entonces
Se apagó.
Y recordé la dulzura de vivir desde arriba
Con la libertad de quien no teme una caída.
Pero torné en una sola dirección, yo, que no necesito impulso 
Para tocar las estrellas;
Yo, que resurjo de las cenizas
Como ave Fénix.

III
Dame tiempo para renacer y romper las cadenas. 

Otra vez la luz se encendió
Me abrasó y caí en picado,
Pero sabiendo con firmeza a dónde iba.

Otra vez esa luz me despertaba de un profundo sueño,
Me besaba la piel y me golpeaba los huesos.
Todas las alarmas se disparaban.
Y eras tú.

IV
Dame alas para volar,
Que motivos para quedarme
Tengo ya de sobra.